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Aventura Doble

Publicado: 2012-04-21

Barbie Bustamante*

Cuando una se entera de que va a ser mamá, la emoción es única y aumenta cuando vas a hacerte tu primera ecografía acompañada de tu esposo. No hay ninguna sensación que se compare cuando aparece por primera vez tu pequeñísimo frijolito gris Bueno, hay una mejor sensación: ¡cuando ves que son dos frijolitos grises!

Cuando uno se imagina que va a ser mamá piensas que tu esposo te va a acompañar en tu parto, que vas a tener la famosa foto con el bebe calato a tu costado abrazándolo, que probablemente podrás dejar de trabajar para cuidarlos, estar con ellos todo el día, etc., pero las cosas no necesariamente salen como uno piensa. Mi cesárea fue de emergencia a las 33 semanas recién cumplidas, de madrugada. Se me rompió la fuente y mi esposo no pudo entrar conmigo a la sala. Era la primera vez que entraba a una sala de emergencia pus nunca he tenido un accidente y nunca me han operado de nada. Lo que sí, el epidural, al que le tenía tanto temor fue un éxito total. Mi ginecólogo felizmente pudo ser el que trajo mis bebes al mundo. Escuché a los dos llorar y me mostraron a Emma y se me salió una lagrimita. A Mateo se lo tuvieron que llevar, no lo vi hasta el día siguiente. No tengo ninguna foto del momento.

Mi esposo y mi papá fueron los primeros en contarme cómo estaban los bebes cuando por fin llegué al cuarto. Solamente he visto a mi papá llorar dos veces en mi vida. Una vez cuando falleció su mamá hace 20 años. La segunda cuando me contó que los dos bebes estaban bien pero que a Mateíto lo tuvieron que entubar para ayudarlo a respirar.

Mi hijita hermosa nació con 2.3 kilos, sana, rojísima e igualita a mi cuando era bebe (según mis padres). Mi hijito bello nació con 1 kilo. Sano, pero simplemente no había crecido lo suficiente en los 7 meses y medio que estuvo en su primer hogar. Es difícil expresar lo que sentí cuando vi a Mateo por primera vez, el hecho de ver una cosita tan pequeña, tan frágil, acompañado de muchos cables y tubos y luces fuertes, sin poder verle los ojitos, sin poder tocarlo, la verdad no sé de donde saqué fuerzas. No podía hacer nada por él. Simplemente esperar.

Uno siempre se imagina yéndose con sus bebes a casa. Nosotros nos regresamos sin bebes. Dos días después nos llevamos a Emma. Mateo aún se tenía que quedar. Mi esposo pudo quedarse un mes entero conmigo y tuvimos que aprender a cuidar a una bebe en casa y visitar a otro en la clínica. Mi mamá y mi suegra iban todos los días a ayudarnos en todo. Yo pensaba que sabía cómo cuidar bebes, ya que cuando nació mi hermano yo tenía 12 años y había ayudado a mi mamá en muchas cosas. Ilusa yo. Hay muchas cosas más que a uno ni siquiera se le ocurre. Como que toman su leche cada 3 horas…cada TRES horas. En ese momento te das cuenta que no te alcanzaba el tiempo ni para respirar. Gracias a Dios me salía muchísima leche, me salía mucho más de lo que ellos tomaban. Con eso tampoco contaba, que cada tres horas te vuelves esclava de la extractora. Todos me dicen que gracias a mi leche mi hijito pudo aumentar de peso y ser un bebe fuerte como lo es. Yo creo que él es un bebe fuerte de por sí nació así y siempre será así. Si escucharán su llanto no más se darían cuenta. Es un pequeñísimo Hulk.

Visitábamos a nuestro bebe todos los días y hacíamos las mismas preguntas a la enfermera: cómo está, ha tomado toda su leche, ha aumentado la cantidad de onzas, cómo está el nivel de sus hematocritos, cuánto está pesando, etc. Por un mes todos los días después de verlo lloraba a solas, simplemente no soportaba el hecho de verlo así, tan chiquito y entubadito. Luego me di cuenta de que era para algo mejor, que las enfermeras lo estaban cuidando 24/7 al igual que el pediatra. Salió al cumplir 1 mes y 3 semanas, con 2 kilos. Recuerdo la primera vez que lo vi con ropita y había pasado a cuna y a cuidados ‘intermedios’, fue tan hermoso, porque siempre lo había visto con pañal y dentro de la incubadora. La cuna le quedaba gigante y lo tenían debajo de miles de frazadas, solamente se le veía la carita. Incluso el día que lo recogimos las enfermeras lo rodeaban, era todo un ‘ladies man’, no querían que se fuera. Toda la familia estaba muy ansiosa por verlo pues nadie lo conocía. Y fue en ese momento que recién nos chocó…¡REALMENTE son dos!

Los primeros meses, no voy a mentir, fueron algo difíciles, pero siempre tuve ayuda (¡aunque poca privacidad!). Se les inculcó un horario, dormían juntitos, tomaban leche juntitos. Los meses pasaron y ellos crecían. ¡Me salieron dormilones! A los 6 meses, nos mudamos con mis papás. Realmente fue una muy buena decisión. Mi mamá y la niñera se quedan cuidándolos. Mi esposo y yo llegamos todos los días después del trabajo para verlos, darles de comer, bañarlos y hacerlos dormir, que es bien rico, verles su carita de cansancio y cómo se van durmiendo. Si no pudiera hacer aunque sea eso creo que me sentiría incompleta. Ahora tienen 11 meses y a pesar de todos los cambios, toda la experiencia valió la pena y lo pienso todos los días. Cuando ellos se despiertan tempranito, vamos a saludarlos mi esposo y yo, vemos sus caritas sonrientes y de recién despiertos. Huelen riquísimo, están todos calientitos y blanditos. Los abrazamos y besamos y por dentro agradecemos que están sanitos y con nosotros.

Puede sonar algo cursi pero quisiera dedicar este post a mis papás por todo el apoyo incondicional que nos han podido ofrecer en estos 11 meses, a mis suegros, a los padrinos de mis hijos, a las enfermeras que cuidaron tanto de mi hijo bello, a mis abuelos, al pediatría que lo es todo (la familia lo ama) y principalmente a mi esposo por ayudarme en todo, por soportarme y por ser tan hermoso, creativo e engreidor con nuestros bebes. Ya vi que en unos años él va a ser el que atraque darles helado por más que no hayan comido toda su comida…

Y quiero terminar con algunos tips: Las mamás que ya han pasado por muchos hijos a veces te dicen que ‘tengas paciencia’, ‘no te estreses con el llanto del bebe, pobrecito’ etc…pero eso es bastante difícil cuando eres primeriza. Es la pura verdad. Lo que sí recomiendo como mamá nuevecita es que aprecies y aplaudes cada cosita que hagan tus bebes. Engríelos al máximo, a pesar de las posibles consecuencias cuando sean grandes je je. Y dales miles de besos y apachurres porque luego, lo más probable, es que no se dejen.

* Mamacita invitada

Tengo 28 años, mamá primeriza de mellizos, trabajadora, y que hace todo lo posible para estar con sus hijos todos los segundos que se puede.


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mamacitas

Cuando uno es mamá o papá aprende a reconocer que no puede sola/o y que necesita el apoyo de muchas personas. Por eso nace MAMACITAS. Para que compartas lo que hiciste para resolver los mil y un retos de la maternidad. Para que cuentes eso que nadie cuenta.


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