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La era de las PANKS - Professional Aunt no Kids (tías profesionales sin hijos)

Publicado: 2013-01-10

Susana Klien*

Hace pocos días una amiga querida me mencionó el término PANKs, siglas para Professional Aunt no Kids que se traduce “tía profesional sin hijos/as” y me pareció buenísimo. Y es que cuando se piensa en mujeres que no tienen hijos/as ya no se imagina a esas mujeres que venían a tomar el té con la mamá o abuela y cuya única interacción con el niño/a era el beso que pedía o la pellizcada de los cachetes que le mandaba. La imagen ahora es de mujeres geniales que no tienen hijos/as por circunstancias de la vida o por decisión propia y que tienen afecto, tiempo y en muchos casos posibilidad de gasto para los niños/as de su vida. Se dice que ellas son las nuevas “hadas madrinas” o las “súper tías”. Y aunque la palabra “tía” suene para algunos/as poco glamorosa y un poco caduca, lo cierto es que está reclamando su lugar de nuevo y con fuerza.

El número de mujeres sin hijos/as se ha incrementado en muchísimos países. En Estados Unidos, por ejemplo, un reporte del 2011 indica que el porcentaje de mujeres de 25-29 años que no tienen hijos/as ha aumentado de 31% en 1976 a 46% en 2008[1]. Un 20% de mujeres que tiene entre 40 y 44 años no tiene hijos/as. En Inglaterra, en el 2010 de todas las mujeres que llegaron a los 45 años, un 20% no tenía hijos/as. Entre las razones que explican estos cambios están el mayor acceso a métodos de planificación familiar, la postergación de la maternidad para priorizar por ejemplo la carrera[2], un menor prejuicio social respecto al no ser madre, el no encontrar la pareja para formar una familia –si es eso lo que se quiere-, la edad u otras circunstancias que hacen difícil el embarazo, o simplemente el no querer tener hijos/as. Vivimos en una época en la cual la relación intrínseca entre mujer y maternidad ha desaparecido y ello se ve reflejado por ejemplo en el abandono de términos como “child-less” (sin hijos/as) y su reemplazo por otros como “child-free” (libres de hijos/as) o “child-less by choice” (sin hijos/as por decisión propia), que representan mejor cómo muchas mujeres se definen hoy en día.

Pero casi todas estas mujeres sin hijos/as tienen algún niño/a en su vida y por tanto en relación a éstos y a sus madres se pueden convertir en “tías”, sea por elección o por consanguinidad[3]. Professional Aunt no Kids - PANKs es un término acuñado por Melanie Notkin, una ejecutiva especializada en marketing y fundadora de la web SavvyAuntie (portal creado para dar consejos a mujeres que tienen niños/as alrededor por ser sobrinos/as, ahijados/as, o hijos/as de gente con la que se pasa el tiempo). Notkin explicó en una entrevista que las PANKs no solamente son las que compran regalos para los niños/as de su vida, sino que muchas veces representan un apoyo permanente para los padres por ejemplo ayudando con el pago del colegio, colaborando en su cuidado, compartiendo su tiempo libre, o influenciando positivamente a los niños/as y a sus padres y madres.

Y claro, como no podía faltar, el fenómeno de las PANKs ha generado estrategias de marketing. Así, a esas mujeres sin hijos/as propios (y por  tanto, sin gastos permanentes de crianza que tienen a los padres y madres ajustados), que tienen poder adquisitivo y están dispuestas a gastar en los niños/as de su vida, se les dirige publicidad de juguetes, ropa, vacaciones y demás.

Pero bueno, antes de llegar a esta etapa de “tía” gracias a tus hijos/as, las PANKs eran PNKs, o sea “Professional no Kids” (mujeres profesionales sin hijos/as) igual que tú. Y seguramente te conocieron cuando ni siquiera eran PNKs sino SNK - “Students no Kids” (estudiantes sin niños/as) y por muchos años tus amigas y tú tuvieron dinámicas sin tener niños/as en la ecuación. A mí la idea de ser madre no me llamó la atención en mis 20s. Fue recién a mitad de mis 30s que esto cambio. Para esa época, muchas de mis amigas circunstancialmente no tenían hijos o habían decidido que no les interesaba ser madres. Y pum, de pronto te embarazas y tienes un hijo/a y ¿qué pasa? ¿Cómo una puede seguir siendo la misma pero diferente? ¿Cómo adaptar a tus amigas a tu nueva vida y a tu hijo/a a tu anterior vida? Yo, que siempre había defendido que una no quiera tener niños cerca ¿cómo podía hacer para no “imponerle” mi maternidad a mis amigas?

La vida con hijos/as es otra y los cambios, aunque no quieras, se dan. Seguro que trataste de ser una de esas madres “cool” que sigue viviendo igualito solamente que ahora con hijos/as, pero pese a muchos esfuerzos te diste cuenta que es casi imposible. Yo por ejemplo ya no puedo salir a cenar con amigas así nomás, tengo que coordinar horarios, rutinas y quién se encarga de mis hijas. Las citas para tomar desayuno, comer, o ir al cine se pueden ver afectadas en un minuto cuando tu hija se vomita, le dio fiebre, se tiró el jugo encima, o le jaló el pelo a su hermana y las dos gritan sin parar. Las salidas en la noche a tomar un trago se llenan muchas veces de bostezos no porque tu amiga sea aburrida, sino porque estás con muchas horas acumuladas de sueño (sobre todo con dos menores de dos años como es mi caso) y estás pensando en aquella criatura que por más que te acuestes a las 3am igual se levantará a las 6am totalmente fresquita y con ganas de jugar. Y así va la cosa. Y quizás piensas que te volviste aburrida a los ojos de tus amigas y que tu vida y las cosas que haces pueden parecerles monótonas y puedes ser un tanto monotemática. Y quizás mucho de eso será cierto.

Pero ¿saben qué? Una se complica más de lo que debería pues normalmente tus amigas PANKs entienden (y también tú misma), en algunos casos al toque y en otros con el tiempo, que tu vida cambió, y también se dan cuenta que sigues siendo la misma solamente un poco más cansada y con preocupaciones diferentes. Y si bien renegarán a veces por los plantones, o tu falta de atención, o conversaciones dispersas, casi siempre tus amigas querrán verte y apreciarán los cinco minutos en que puedan hablar contigo sin interrupciones. Quizá se verán menos, cierto, pero igual seguirán siendo amigas. Y las amigas que te quieren pueden llegar a querer a tus hijos/as porque son la extensión de ti y no necesariamente porque en general les gusten los niños/as o en algunos casos hayan dejado de defender una vida sin niños/as. Una de mis amigas PANKs nunca ha querido tener hijos/as y no le gustan mucho los niños/as, sin embargo, se alegró muchísimo con mi maternidad y vivió mi embarazo con cariño e interés de investigadora, como buena antropóloga, desde el escritorio del costado. Otras amigas que circunstancialmente no tienen hijos, son tías queridas de mis hijas y estoy segura que serán una guía o apoyo para ellas en la vida, tengan ellas hijos/as algún día o no.

¿Cuál es el rol de esas amigas PANKs? Pues no solamente es interesarse de vez en cuando por mis hijas, sino sobre todo ser un soporte emocional para mí. Ellas proporcionan conversaciones diferentes, normalmente tienen muchas cosas nuevas que contarte, se dan el trabajo de buscar un libro bonito para llegar a tu casa y leerle a tus hijos/as, comparten contigo anécdotas del pasado (la nostalgia es buena y recordar es parte de vivir), te ayudan a redimensionar las cosas desde su perspectiva de “observadoras externas”, te escuchan, te regañan, te hacen recordar quién eres. Mis PANKs son parte de mi familia extendida.

Por eso hoy con cariño este post es para todas aquellas PANKs que nos quieren, nos dan un poco de aquella vida que dejamos y que muchas veces miramos con nostalgia, y además son mamacitas y nos leen.

 * Mamacita Residente

[1] Reporte de Women in America http://www.whitehouse.gov/sites/default/files/rss_viewer/Women_in_America.pdf

[2]De acuerdo a estadísticas, el porcentaje de mujeres sin hijos es mayor en mujeres con más alto grado de educación.

[3] Ojo que así como no creo que un hijo/a defina a una mujer, y una mujer que tiene hijos es mucho más que simplemente una madre, tampoco creo que el niño/a define a una mujer como tía. Solamente estoy hablando de casos concretos y relaciones concretas.


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mamacitas

Cuando uno es mamá o papá aprende a reconocer que no puede sola/o y que necesita el apoyo de muchas personas. Por eso nace MAMACITAS. Para que compartas lo que hiciste para resolver los mil y un retos de la maternidad. Para que cuentes eso que nadie cuenta.


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