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Dibujo de Margarita Nava

El sexismo nuestro de cada día

Publicado: 2014-03-30

Susana Klien*

En Noviembre de 2013 la organización Guildguiding UK publicó una encuesta sobre las actitudes de las niñas y jóvenes sobre la sociedad, la política y la economía en el Reino Unido. La encuesta, que pueden ver acá (solamente en inglés) , tomó como muestra a 1,288 niñas y jóvenes de entre 7 y 21 años y se focalizó en el tema de la desigualdad entre hombres y mujeres. Los resultados de la encuesta muestran que aún después de tantas luchas feministas, tantas leyes o tanto “progreso”, el sexismo y discriminación es el pan de cada día para las niñas y jóvenes en todos los ámbitos de sus vidas.  

El problema de la violencia y discriminación contra las mujeres y niñas es un problema global y los resultados de la mencionada encuesta son relevantes a casi todos los países; así que es importante compartirlos. Primero, tres puntos a resaltar de los resultados:

• 3 de 4 niñas encuestadas siente que el sexismo está tan extendido en la sociedad que afecta la mayor parte de sus vidas.

• 87% de encuestadas de entre 11 y 21 años piensa que son juzgadas más respecto a su apariencia que respecto a sus habilidades o capacidades.

• 36% de encuestadas de entre 7 y 21 años siente que han sido minimizadas o hechas sentir tontas por el simple hecho de ser mujeres. Esta cifra sube dramáticamente a 60% en encuestadas de 16 a 21 años.

Acoso sexual

La mayoría de niñas y jóvenes encuestadas han experimentado alguna forma de acoso sexual, incluso desde que estaban en el colegio. 60% indica que les han gritado o silbado en la calle respecto a su apariencia, aumentando esta cifra a 76% en encuestadas entre 16 y 21 años. 7 de 10 encuestadas indican que sufrieron mayores experiencias de acoso sexual en forma de “bromas” con contenido sexual (51%), les fueron mostradas imágenes de niñas o mujeres que las hicieron sentir incómodas (39%), o fueron manoseadas (28%).

Abuso en internet

El acoso y discriminación también se da a través de Internet. 54% de encuestadas entre 11 y 21 años manifiestan haber tenido experiencias negativas en las redes sociales. Esto incluye recibir comentarios sexistas (26%) o leer comentarios ofensivos sobre ellas (25%). Al leer esto recordé el caso de una amiga de la oficina cuya hija de 9 años le pidió que fuera a hablar con su profesora porque dos niños de su salón habían estado comentando cosas respecto a su cuerpo en Facebook. Esta niña, sumamente independiente y despreocupada, por primera vez se sintió amenazada y le dijo a su mamá “esto me está haciendo sentir muy incómoda”. Se dio cuenta de su sexualidad a raíz de sentirse agredida respecto a ella.

La presión de la apariencia

Las niñas y jóvenes experimentan niveles altísimos de cuestionamiento personal y público a través de los medios de comunicación en temas como el peso, la forma del cuerpo y cómo se ven y esto les ocurre desde muy pequeñas. Sobre este tema escribí un post en este mismo blog. Ahí hice referencia a cómo las princesas son la primera aproximación de la cultura de masas a cómo deben ser, actuar y verse las niñas (ver acá el post “De princesas, feminismo y crianza”). De acuerdo a algunas encuestas casi 50% de niñas entre 3 y 6 años se preocupan de la gordura y alrededor de 15% de niñas menores de 12 años usan maquillaje . En el reporte de Guirlguiding UK un 80% de las encuestadas entre 11 y 21 años cree que hay demasiada discusión sobre el peso en los medios y 71% dice que le gustaría perder peso. Una en cinco niñas en primaria (entre 7 y 11 años) indica que ha estado a dieta. Todo esto se vincula además a problemas de autoestima, anorexia, retención escolar, etc.

¿Y qué hacemos al respecto?

El reporte muestra que las niñas tienen que enfrentar esta discriminación y sexismo diario con muy poco apoyo. Un 53% de las encuestadas indica que ellas sienten que se les da demasiada responsabilidad sobre su seguridad personal y libertad sexual, en el sentido de que en vez de que sea la sociedad, el Estado o los colegios quienes establezcan sistemas para protegerlas, se les deja a ellas esta responsabilidad. La mayor parte de niñas enfrenta abuso en internet sin reportarlo. Las niñas y jóvenes piensan que la educación sexual que se les da en el colegio no prepara bien porque no se focaliza en relaciones y además experimentan doble estándar entre los comportamientos sexuales de hombres y mujeres. El enseñar cómo debe ser una relación saludable e igualitaria es fundamental para asegurar la seguridad personal de las niñas y jóvenes.

¿Y qué piensan de su futuro?

Las niñas y jóvenes entrevistadas dicen claramente que su comportamiento es juzgado de diferente manera que los niños y jóvenes. Ellas tienen muy claro el problema. Además, las encuestadas se preocupan que los retos que han tenido generaciones previas, como el luchar contra estereotipos, y los retos de ser mujer en el trabajo y en la vida familiar, serán temas que pronto las afectaran a ellas también. Ya desde pequeñas las niñas consideran que la maternidad pone en desventaja a las mujeres en el ámbito laboral. A 46% de encuestadas entre 11 y 21 años les preocupa que el tener hijos vaya a afectar sus carreras negativamente.

En opinión de las encuestadas la falta de “modelos” a seguir afecta negativamente sus aspiraciones. 2 de 3 encuestadas de entre 11 y 21 años considera que no hay suficientes mujeres en posiciones de liderazgo en el Reino Unido. 54% se siente desincentivada por ese déficit y consideran que esto hace que tengan menor chance de éxito.

Las niñas y mujeres entrevistadas ponen “un buen trabajo” en la lista de lo que quieren hacer bien en la vida y necesitan para ser felices en el futuro. 7 de 10 quiere combinar tener hijos con tener una carrera. La gran mayoría espera que en el futuro la vida familiar sea igualitaria, así 88% manifiesta que ambos padres deberían compartir la licencia cuando el bebé nace.

¿Cómo podría ser ese futuro?

Se desprende claramente de este reporte que las niñas y jóvenes son consientes de la violencia y discriminación que sufren por el hecho de ser mujeres y tienen un análisis social respecto al tema. El reporte muestra cómo esto les afecta en su vida diaria. También muestra cómo la falta de o ineficacia de los sistemas les están a fallando a niñas y jóvenes.

Dejémonos de frases simplistas como “la educación basta y es lo que necesitan las niñas para su desarrollo”, o “tú puedes ser lo que quieras en la vida”. No, no es cierto. Ellas podrán estudiar y ser las mejores de su clase, pero probablemente si la situación descrita aquí no cambiará y no tendrán las mismas oportunidades en el ambiente laboral que los hombres, quienes seguirán siendo mejor pagados y ascenderán más rápido. Ellas podrán saber que su cuerpo les pertenece y que pueden decir “no”, pero no podrán enfrentarse a una violación donde además se les obligará a seguir con un embarazo no deseado. Ellas seguirán preocupadas por cómo se ven, porque al final, aunque estén en desacuerdo viven en una sociedad que las juzga en base a eso y que seguramente les abrirá puertas o las cerrará por ello.

Les estamos fallando diariamente a niñas y jóvenes. El Estado, la sociedad, tú, yo, todos estamos fallando al no proporcionarles un ambiente de desarrollo seguro e igualitario. Seguimos simplificando los temas sin ver que mientras no combatamos las relaciones de poder y las causas estructurales de discriminación y violencia contra niñas y mujeres, nada cambiará.

Uno de los recuerdos más claros de mi niñez es cuando tenía 8 años y estaba jugando fútbol en la rotonda de mi casa con los niños y niñas del barrio. Mi vecino, de la misma edad que yo, cada vez que yo tenía la pelota me miraba con burla, se tocaba los genitales y me decía “chúpame esta”. Sexismo y violencia. Y muchas personas pensarán que es normal, a otras les dará risa y pensarán “cosas de niños”. Yo simplemente no quiero que a mi hija un niño le diga eso.

* Mamacita residente


Escrito por

mamacitas

Cuando uno es mamá o papá aprende a reconocer que no puede sola/o y que necesita el apoyo de muchas personas. Por eso nace MAMACITAS. Para que compartas lo que hiciste para resolver los mil y un retos de la maternidad. Para que cuentes eso que nadie cuenta.


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